miércoles, octubre 04, 2006

Sigue girando.


Te he amado tanto que el alma se me escalda,
me he ahogado en llanto resucitando en tu falda.

He perdido cuenta de los reproches contenidos,
te he puesto en venta mis placeres y delirios.

Rezo por las noches para ahuyentar mala fortuna,
y me desvelo con derroche, como si fueras la luna.

He de vivir siempre esperando que el destino cambie,
y el destino es inhumano de su orgullo hace alarde.

Grito "suerte" en cada giro, dado en tu mirar,
y el dado que por "mala suerte" nunca para de girar.




Dicen que Dios no juega a los dados. Yo, sentado, reflexionando...
¡Por algo será!.