Si no es contigo, prefiero morir.
Había ensayado tanto esa frase que cuando la quiso decir se le hacía muy falsa. Era momento de llorar y sin parar se echó a reír, abusaba de todos y de si misma, y cuando por fin entablaba nuevo dialogo... regresaba al espejo, decidida, y con una mueca firme y desgarradora empezaba sus ensayos de cada noche...
"Si no es contigo, prefiero morir".
Bueno, había noches en que si se la creía, y había noches en que mejor preguntaba...
"Espejito espejito, ¿quién es en este reino la más hermosa?"
Bellísima eres majestad, pero ¡ah!, tu reino es tan pequeño como el cuarto de tu baño.
<< Home