La sombra del árbol.
Fue en Abril cuando nacieron, veredas sin rumbo, manos sin fusil, hojas de viento, aromas de pueblo, rasgos de café. Fue en el cuarto mes, sístole de él, diástole de ella, unidos, comenzaron a latir. Fue justo debajo de mi, sus sabores crearon saliva nueva y néctar fresco, sus olores promesas ciegas, y sus manos, ya eran amigas viejas. Fue en Abril cuando nacieron, no nacieron flores, ni cantaron ruiseñores, pero nacieron canciones, y florecieron dos amores. Todo fue en Abril, tan rápido que no hubo tiempo de decir, que tenían dueños, que los separaban 2 testamentos y 4 firmas, y pasarían más meses, más Abriles como ese, más, con formas de Junio, de Agosto, de Octubre, o Diciembre. Ya nacidos, esperan, y se refugian en mí, para renovar la promesa, y yo cobijo sus besos, es lo único que puedo ofrecerles como sombra de árbol que soy, solo la sombra del árbol que los vio nacer, aquel Abril.
Sentado, libro abierto hojeo un pasaje de mi vida, y sonrío, y lloro, y rezo. Y me hago a la sombra.
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