jueves, noviembre 16, 2006



Déjame oler el futuro, aunque casi siempre confundo sus aromas. Hoy, tu ausencia se llena de ángeles, sensibles alados que adoptan mis sueños y llenarán el espacio que dejará tu horizontal presencia, mientras más me acerque más te alejarás, solo serás una línea de amor a lo lejos, pero nuestra luna, esa que ilumina, la que es de semillas, ella que protege, siempre me seguirá donde camine, desde mi muelle te llegará mi amor paso a paso, y serás más ajena al pasar los días. Mis derechos los perdí amando como un loco, mis deberes los gané ese mismo día, y desde entonces, tengo el deber de amarte aunque me digan... que nunca serás mía. Quisiera oler el futuro, el futuro cercano que ahora está en letargo, aunque temo que el futuro tenga para mi, solo sabor amargo.



Hincado sobre espinas, esperando penitencia para empezar a sangrar.